Metaprogramas y teorías de la personalidad
Se supone que los metaprogramas son variables en función de la situación. Esto es muy distinto de la «personalidad», que se supone estable a lo largo del tiempo y de los contextos. Últimamente, he empezado a preguntarme si todo el concepto de personalidad nos está haciendo más mal que bien. Pero eso es algo que trataré en otro lugar. Todo lo que diré aquí es: dale al tío John cuatro vasos de whisky y verás lo estable que es su «personalidad»…
A pesar de todo, los metaprogramas muestran similitudes con los tipos o rasgos o factores de las teorías de la personalidad. Cuando buscamos relaciones entre los metaprogramas y los conceptos de la ciencia convencional, acabamos, nos guste o no, en el ámbito de la personalidad.
Aclaración por contraste
Lo bueno es que, cuando describimos las semejanzas y diferencias entre los metaprogramas y los rasgos de personalidad o comportamiento, aclaramos la definición de nuestros conceptos de metaprograma por contraste. He empezado a hacerlo para un artículo científico sobre MindSonar.
Teoría, concepto, medición
¿Por qué es necesaria esta aclaración? Cuando queremos comunicarnos con el mundo científico, tenemos que explicar de dónde proceden nuestros conceptos (metaprogramas, en nuestro caso). El modelo científico para la medición psicológica es: 1. Tienes una teoría, 2. De esta teoría se derivan rasgos o cualidades, 3. Mídelas tú, 4. Utilizas estadísticas para evaluar lo bien que estás midiendo tus conceptos.
Por ejemplo: tu teoría es que comer mucho azúcar pone nerviosa a la gente. De esta teoría se deriva el concepto de «nerviosismo». Y luego diseñas un instrumento, como un cuestionario, que mida este «nerviosismo». Si tu medida no funciona bien (a juzgar por las estadísticas), vuelves a la teoría en busca de ideas para mejorarla.
PNL no es una teoría
Y aquí nos encontramos con un obstáculo: el PNL no es una teoría. La PNL es un conjunto de presupuestos, habilidades y técnicas. Se derivan de la observación de terapeutas eficaces, no del estudio de la investigación científica. Así que cuando queremos comunicarnos con los científicos, no tenemos ninguna teoría que conecte nuestros conceptos y nos muestre por qué estos conceptos son importantes.
Los orígenes de los conceptos de Graves están claros, los orígenes de los conceptos de los metaprogramas se han perdido en gran medida en la noche de los tiempos. En PNL, las secuencias de experiencias sensoriales («estrategias internas») se denominaban originalmente «programación» mental. A veces, durante el trabajo de cambio se observaron pautas comunes a varias estrategias internas diferentes de la misma persona. Estas distinciones eran «meta» para la programación mental, de ahí el nombre de «metaprogramas». La literatura sobre PNL no ofrece ninguna teoría con definiciones explícitas de estas distinciones ni afirmaciones sobre por qué son importantes, cómo encajan entre sí o con qué otros conceptos están relacionadas. Tengo la impresión de que se trata de distinciones populares en la cultura de la terapia y el crecimiento personal de California en los años 80. Podría decirse que representan la «sabiduría popular» de aquella época. Fueron asimilados en la PNL por Bandler y posteriormente formalizados por Cameron-Bandler (1985).
Explicar en qué se parecen y en qué se diferencian los metaprogramas
Así que no podemos señalar ninguna teoría para explicar por qué creemos que los metaprogramas son distinciones importantes y útiles. Pero lo que podemos hacer, para comunicarnos con los científicos, es tomar conceptos de la ciencia convencional y explicar en qué se parecen y en qué se diferencian los metaprogramas de estos conceptos conocidos. Como ya he dicho, estos conceptos son principalmente rasgos de personalidad.
Proactivo
Echemos un vistazo a Proactivo frente a Reactivo. De hecho, hay algo en la ciencia convencional que se llama «comportamiento proactivo». Así que éste es nuestro punto de partida obvio. Bateman y Crant (1999) describen un tipo de comportamiento que denominan «proactivo», definido como «cambiar intencionada y directamente las cosas en una dirección prevista». También describen la falta de este comportamiento proactivo, pero no le dan una etiqueta. Las similitudes y diferencias con la dimensión proactiva/reactiva en los metaprogramas son:
Comparación con las ideas dominantes sobre la proactividad
– Tanto Bateman y Crant como los metaprogramas destacan que tomar la iniciativa es un elemento importante de la proactividad.
– Bateman y Crant se centran en el comportamiento, los metaprogramas se centran en el estilo de pensamiento (patrones de cognición y experiencia).
– En su definición, Bateman y Crant incluyen el resultado del comportamiento: «cambiar las cosas para mejor». Los metaprogramas no presuponen que un comportamiento proactivo cambiará las cosas a mejor. Un comportamiento proactivo puede cambiar las cosas a peor. Piensa en alguien que enciende rápidamente una hoguera para calentarse y, al hacerlo, prende fuego a la casa.
– Bateman y Crant incluyen en «proactividad» varios comportamientos que en los metaprogramas se consideran expresiones de otros metaprogramas:
a. ‘Buscar (…) oportunidades’ se codificaría en los metaprogramas como ‘Opciones’, no es necesario que sea proactivo. Alguien puede buscar oportunidades en su mente sin actuar nunca en consecuencia.
b. Establecer objetivos eficaces orientados al cambio» se codificaría como «Acercarse» y «Cambio» en términos de metaprogramas. Alguien puede ser consciente de lo que le gustaría cambiar, sin llegar a actuar sobre esas ideas.
c. «Hacer cosas diferentes o hacer las cosas de otra manera» se codificaría como un efecto de los metaprogramas «Cambio» o «Desarrollo».
– Bateman y Crant parecen estar totalmente a favor de la proactividad frente a la «no proactividad». En los metaprogramas, lo contrario de «Proactivo» es «Reactivo»: necesitar más tiempo e información antes de iniciar una actividad. Los metaprogramas asumen que la reactividad tiene ventajas en muchas situaciones, ya sean privadas o laborales. El gasto proactivo f.i., puede llevar a la quiebra a una empresa, lo que podría haberse evitado con el pensamiento reactivo.
– Resumiendo: Tanto Bateman como Crant y los metaprogramas destacan que tomar la iniciativa es un elemento importante de la proactividad. Las diferencias son: Bateman y Crant se centran en el comportamiento, incluyen el resultado de la acción y parecen estar muy a favor de la proactividad. Los metaprogramas, por contrato, se centran en el pensamiento, no incluyen el resultado de la acción y favorecen por igual la proactividad y la reactividad. Además, Bateman y Crant incluyen muchos elementos en su definición que están cubiertos por metaprogramas distintos de «Proactivo/Reactivo».
Los Cinco Grandes
El modelo de los cinco factores, o modelo de los Cinco Grandes, es una tipología de la personalidad orientada a los rasgos, basada en relaciones dentro de descriptores de lenguaje común. Sugiere cinco grandes dimensiones utilizadas habitualmente para describir la personalidad humana (Saucier y Goldberg, 1996). Los cinco factores son:
1. Apertura a la experiencia(inventiva/curiosidad vs constancia/cautela).
2. Concienciación (eficiente/organizado vs fácil/despreocupado).
3. Extraversión(extrovertida/energética vs solitaria/reservada).
4. 4. Amabilidad(amistoso/compasivo vs desafiante/apegado).
5. Neuroticismo (sensible/nervioso vs. seguro/confiado).
Extraversión
De los Cinco Grandes, el factor «Extraversión/Introversión» parece el más relacionado con el metaprograma «Proactivo/Reactivo». Este factor se define como: «La tendencia a buscar estímulos en compañía de otros, y la locuacidad. Una extraversión baja provoca una personalidad reservada y reflexiva. Los extrovertidos obtienen energía de la interacción con los demás, mientras que los introvertidos se cansan de interactuar con los demás y reponen su energía en la soledad. Las personas altas en extroversión se sienten cómodas con los demás, son gregarias y propensas a la acción más que a la contemplación (Lebowitz, 2016a). Las personas bajas en extraversión son más propensas a hablar menos, ser calladas, introspectivas, reservadas y reflexivas».
Los rasgos asociados a la extraversión son: Sociable, Asertivo, Alegre, Extrovertido, Energético, Hablador, Articulado, Divertido, Afectuoso, Amistoso y Socialmente seguro de sí mismo.
– Tanto el factor «Extraversión/Introversión» como los metaprogramas «Proactivo» y «Reactivo» definen a los Introvertidos/Reactivos como más introspectivos y reflexivos. Por el contrario, la teoría de los Cinco Grandes vería a los Extravertidos como menos introspectivos y menos reflexivos, al igual que los metaprogramas.
– Ambas tipologías ven a los «Extravertidos/Proactivos» más propensos a la acción que a la contemplación y, en consecuencia, a los «Introvertidos/Reactivos» más propensos a la contemplación que a la acción.
– Ambas tipologías consideran que los Extravertidos/Proactivos obtienen su energía haciendo algo abiertamente (interactuando con los demás, en el caso de los Cinco Grandes).
– La diferencia es que el factor «Extraversión/Introversión» se centra en un único contexto: la interacción social, mientras que los metaprogramas «Proactivo» y «Reactivo» pueden aplicarse a cualquier contexto. Abrir una puerta, por poner un ejemplo no social, puede hacerse de forma proactiva (girando inmediatamente el picaporte o dando una patada a la puerta) o reactiva (pensando primero en el funcionamiento de la cerradura y en lo que puede haber detrás de la puerta).
– Otra diferencia es que, cuando miramos la lista de rasgos que forman parte de la extraversión, hay varios rasgos que se codificarían como metaprogramas distintos. Sociable» no se codificaría como «Proactivo», sino como el metaprograma «Personas». Simpático» se codificaría como los metaprogramas «Correspondencia más Personas». «Alegre» se codificaría como «Correspondencia más Cinestésico». Asertivo» se codificaría como «Proactivo más Acercarse más referencia interna». Al formar parte de la dimensión «Extraversión», este conjunto de rasgos es mucho menos específico que el metaprograma «Proactivo».
– Resumiendo
Tanto «Extravertido» como «Proactivo» se caracterizan por ser propensos a la acción, y sus opuestos «Introvertido» y «Reactivo» por ser propensos a la contemplación. Una diferencia es que «Introversión» contiene un amplio conjunto de rasgos que están cubiertos por otros metaprogramas (o combinaciones de metaprogramas) distintos de «Proactivo/Reactivo».
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