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Mentalidad en la tormenta

Mentalidad en la tormenta

O cómo afrontar el miedo en situaciones difíciles

Hace poco volé en un avión por Europa, de Málaga a Varsovia. El tiempo se volvió loco ese día, y el vuelo se retrasó debido a una tormenta. Empezó como en la película de Hitchcock: «Una buena película debe empezar con un terremoto y seguir con una tensión creciente». Sólo que esta vez no se trataba de un terremoto, sino del despegue de un avión, que parecía a punto de salirse de su trayectoria de vuelo. Me agarré firmemente al asiento del pasajero que tenía delante para sobrevivir al despegue.

En España no se registraban precipitaciones semejantes desde hacía 160 años. En Málaga, el mayor problema fue el viento: se registraron 50 accidentes (Periódico Wyborcza). Media hora después de nuestro despegue, el aeropuerto estaba cerrado, y los vuelos fueron desviados a Sevilla. El resto de nuestro vuelo tampoco pintaba bien debido al furioso ciclón Zacarías.

Mucha gente no pudo soportar el estrés durante este viaje, y algunos no pudieron retener la comida.

Es bueno tener experiencia en el contexto

Hace muchos años, tenía miedo de mi primer vuelo; estaba trabajando en lograr librarme de esta fobia utilizando el método de la PNL. El tratamiento eficaz de las fobias también es posible mediante la exposición frecuente al factor estresante (Myers). Cuanto más a menudo vueles, menos te estresarás. Además, he tenido algunas experiencias anteriores, aunque no tan intensas, con turbulencias.

La medición del estrés con 2 modelos Garmin Venu reveló un resultado de «bajo estrés» para mí (pero estrés al fin y al cabo), y un resultado de «alto estrés» para mi compañera de viaje, Ania. Ania tiene menos experiencia en vuelos que yo.

Durante este vuelo, empecé a preguntarme por qué algunos de nosotros manejamos las situaciones extremas mejor que otros. Se trata del nivel de ansiedad y de cómo afrontarlo. Empecé a prestar atención a mis pensamientos y a lo que decía Ania.

Todos creamos estrategias mentales

En el pasado, solía escuchar lo que la tripulación se decía entre sí y cómo reaccionaban; intentaba captar signos de normalidad, pero acababa captando signos inquietantes.

Encontré una estrategia similar con Ania: «Escucho lo que dicen los auxiliares de vuelo y cómo se comportan», ¿Por qué encendió esta señal? «¿Por qué se ha ido la luz?» En pocas palabras, la estrategia mental de Ania en esa situación consistía en centrarse y buscar elementos que fueran incoherentes con cómo debería ser la situación.

Qué estrategias he construido durante ese tiempo para mantener un relativo equilibrio mental:

– Empecé a repetirme mentalmente que los únicos momentos realmente peligrosos del viaje en avión son los encuentros con la Tierra, es decir, el despegue y el aterrizaje. El mantra empezó a funcionar cuando ya estábamos en lo alto de las nubes.

– Entonces intenté ver la situación desde una perspectiva amplia: Imaginé la Tierra y todos los aviones en el aire en ese momento: no caerían así. También supuse que los pensamientos que ocupaban la mente del piloto eran completamente distintos de los pensamientos de los aterrorizados pasajeros de su avión. No sé pilotar un avión, pero imaginé que los pensamientos del piloto eran algo así como: «Hay un viento fuerte, así que tengo que colocar el avión ligeramente a sotavento». La visión global de la situación ayudó.

– Entonces empecé a fijarme en todas las azafatas que se afanaban y limpiaban lo que ensuciaban los pasajeros en las torsiones. Empecé a sentir lástima por ellos y a admirarlos, por lo importante, responsable y difícil que era su trabajo. Mi compañero de viaje y yo nos encontramos con la mirada de uno de ellos, que dijo: «¡Vuelo difícil!» Por cierto, un contacto visual adecuado con otra persona puede llevarnos a un estado de equilibrio (Porges – Teoría Polivagal). Mantener el equilibrio a través del contacto visual puede entrenarse: es la base de los talleres «Presencia Relacional – ser consciente al hablar en público». Una habilidad que ayuda a hablar en público resultó ser también útil en aquella situación tan estresante.

– Finalmente, casi completamente tranquila, empecé a rellenar Remainder en mi teléfono con las tareas que tengo que hacer en un futuro próximo tras aterrizar en Polonia.

La fortaleza mental es un conjunto de estrategias mentales

De niño, era un chico extremadamente ansioso y, en un momento dado, incluso me diagnosticaron neurosis vegetativa.

La conclusión es que la fortaleza mental no es un rasgo de la personalidad, sino un conjunto de estrategias mentales para recuperar el equilibrio mental en situaciones estresantes: es una cuestión de mentalidad y flexibilidad.

En esta ocasión, recuerdo los resultados de la investigación sobre las formas de pensar de los octogenarios sanos. Fue realizado hace muchos años por Jaap Hollander, creador de MindSonar, junto con Robert Dilts. ¿Sabes qué patrones de pensamiento tenían los ancianos sanos? A) Coincidencia (fijarse en lo que es bueno y correcto, es decir, ver el lado positivo de la situación). B) Centrarse en el futuro (tienen planes para el futuro y saben que tienen que trabajar duro para conseguirlo). C) Centrarse en las personas (las personas están en todas partes en su pensamiento) (Hollander, Dilts).

Ahora, echemos un vistazo a la estrategia de 4 puntos que empleé para afrontar una situación estresante en un vuelo y encontremos similitudes con la mentalidad de los octogenarios sanos. Veo rasgos comunes.

Me viene a la mente una afirmación trivial: Los dos momentos arriesgados de la vida son el nacimiento y la muerte, como el despegue y el aterrizaje de un avión. Y entre ellos hay un espacio vacío que podemos llenar, bien con miedo, bien esforzándonos por alcanzar el equilibrio mental. Puede que sea un cliché, pero de algún modo es liberador.

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