Antes de convertirme en coach y terapeuta, fui gestora de programas responsable del desarrollo y la ejecución de un complejo programa nacional. Esto implicaba coordinar a personas de equipos de especialidades muy diversas: personas que eran matemáticos, desarrolladores informáticos, especialistas en comunicación y desarrolladores de políticas, por nombrar sólo a algunos.
En general, los miembros del equipo del programa se llevaban bien y todos estaban realmente comprometidos con la ejecución del programa. En general, compartían el mismo objetivo final y la misma visión para alcanzarlo. Sin embargo, a menudo surgían desacuerdos y malentendidos entre los distintos miembros, algunos de los cuales suponían una amenaza real para el éxito de una u otra área del programa. La mayoría de las veces, estos problemas se debían a los diferentes enfoques y prioridades de las distintas áreas de especialidad. Por ejemplo, los responsables políticos odiaban los detalles y querían saber que el concepto general se desarrollaba bien, mientras que los matemáticos se centraban en la precisión y la significación estadística. El controlador de calidad era visto como una persona miserable, que sólo veía fallos y siempre planteaba problemas, y la persona de comunicación quería simplemente las buenas noticias para comunicárselas a nuestras partes interesadas.
¡Si hubiera conocido MindSonar entonces! Habría sido una herramienta fabulosa para utilizarla con el equipo del programa y permitirles comprender mejor sus diferencias y así apreciar los puntos fuertes de cada uno y ver sus propios puntos ciegos. El programa Team Refresh habría sido perfecto para permitir que cada miembro viera que no había una única forma correcta de enfocar nuestro programa y que, de hecho, la fuerza del equipo residía en la variedad de estilos de pensamiento.
Dentro de un taller de Refresco de Equipo, cada miembro del equipo completa un perfil MindSonar en el contexto del trabajo en ese equipo. Utilizando estos perfiles, cada miembro del equipo tiene la oportunidad de descubrir los «superpoderes» y los puntos ciegos de cada miembro del equipo (incluidos los suyos propios) y de considerar cómo los distintos perfiles podrían tanto causarles estrés como serles de ayuda.
Al final del taller, los miembros del equipo se conocen mejor a sí mismos y a los demás miembros del equipo, y también han aprendido cómo pueden trabajar juntos, complementándose mutuamente en beneficio del programa que están llevando a cabo. Como equipo, podrán comunicarse mucho más eficazmente entre ellos y con otros equipos.
Igualmente importante, el taller MindSonar demostraría que en tales proyectos todos los estilos de pensamiento son igualmente válidos, y que cada uno contribuye de forma importante. En el caso de mi proyecto, por ejemplo, los metaprogramas Específico, Uso e Información eran vitales para los matemáticos, mientras que para los que desarrollaban la política global eran necesarios los metaprogramas General y Concepto. Era esencial que la persona encargada del control de calidad de los datos llevara a cabo el programa de Coincidencia, mientras que el equipo de comunicación tenía que llevar a cabo un metaprograma de Incompatibilidad para poder informar a nuestro sector de lo bien que iba el programa.
En mi equipo evolucionaron algunos de estos entendimientos, pero sólo de forma fragmentaria, a medida que surgía un problema. Si hubiera podido realizar un taller MindSonar Team Refresh al principio del proyecto, creo que se habrían evitado muchos de los malentendidos y los conflictos y retrasos resultantes.
Si diriges o entrenas equipos de proyecto con diversas especialidades, considera la posibilidad de que un profesional de MindSonar imparta un programa de Actualización de Equipos para todo tu equipo. La mejora posterior en la forma de trabajar del equipo hará que sea una inversión muy rentable.
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